jueves, 27 de octubre de 2016

Trinidad, Cruz y Evangelizacion


El equivoco central de la teologia de la crueldad (discurso culpabilizador) estaría en  la omisión de la Trinidad.  

La cruz desnuda la impotencia el sujeto caido. No es tanto su intencionalidad: “matar” (cosa que no puede), sino su locura inherente a su subjetividad. No sabe lo que hace (es un deficiente). De modo que no es tanto sujeto de acusación, dada su inimputabilidad, sino alguien a quien hay que ayudar.

Acompañarlo, mientas que por la “gracia” recobra su capacidad de escucha a “su” llamado. Es decir ( la evangelización no es una “iniciativa” (voluntad de hombre), sino un modo de mejorar los caminos por donde viene el Senor de la visitación que crea la subjetividad (del individuo singular concreto).Es entonces, que el sujeto (amparado en la gracia) que responde al llamado, “cuando” se da cuenta de lo que hace. 

En resumen: la evangelización, es pericoretica, no es un comportamiento narrativo sino la manifestación (encarnacion) al mundo en un movimiento  cooperativo. Un movimiento orientado musicalmente, algo semejante a una danza. En su inicio esta danza exige “desapego”, de lo que no sea música, , requiere el incremento de la atención en “la escucha”. Lo cual,   nos permite recuperar los habitos (praxia) que nos   habilitan para integrarnos  la danza de la Vida.
Los primeros pasos de la danza son simultaneos a una emoción de alivio. Del mismo modo que en el niño al hacer los primeros pasos lo embarga una emoción de alegría, el sujeto que vence las concepciones  de la culpa, recobra en el instante, una destreza en su cuerpo.


Jesucristo en la cruz muestra su vulnerabilidad, expresión propia de su  encarnacion como “totalmente hombre” sin de dejar simultáneamente  su esencia de “totalmente Dios”, plenitud de la Divinidad (Trinitaria) Colosenses 2.9. En la escena de la cruz Dios Padre, esta presente:  terremotos, encubrimiento de la luz al medio dia, lo indican. El Espiritu Santo también, los muertos de los cementerios resusitan y se pasean por la ciudad,

El centurión romano,  acostumbrado a ver morir centenares de hombres, a través de la acción de las armas, percibe con claridad, que en Jesus, hay algo distintivo (una otridad que enceguece su conocimiento). El asombro del soldado lo lleva a exclamar: “verdaderamente este es Hijo de Dios” 

Jesus le dice al Padre “perdonalos porque no soben lo que hacen” son sujetos inimputables moralmente. Sujetos que no están en condiciones de ejercer los comportamientos sociales de la civilidad.

De ahí, que la evangelización debiera usar mas que las técnicas de comunicación de masa, el rico acervo de la “espiritualidad contemplativa”  que ayuda al sujeto a encontrarse con la “ una realidad que se resiste a la ilusion”.

Una metáfora. La “batería” del sujeto luego de deconectarse de su fuente de energía, comienza a emitir señales de agotamiento. Es este “agotamiento” el que conforma causalmente su onmipotencia “querer matar la vida”. 

Quien acepta (por la acción de la gracia) “reintepretar” la agresividad del sujeto en emergencia y le “dona” un poco de su energía (un yo auxiliar), alguien que lo ame, suportando su torpeza y fealdad, “ese” será el evangelizador.

Amarlo es encarnarse en medio del caos de donde surgira  la nueva vida, en la cual,  se experimenta la biología de la resurrección!
Esta nueva biología  se vivencia en el ingreso a la danza pericoretica de la Trinidad. La “carne” del sujeto evangelizador, tiene con frecuencia que soportar la agresión que despierta su “mensaje”. Y es precisamente allí, en el lugar de la pasividad, donde acoge la agresión, donde recibirá  “visitación trinitaria”.
Esta iniciativa de la Divinidad: la visitación, acontece en el instante que hay alegría en los cielos. Si cuando muere una flor titila una estrella (como dice el poeta), cuando un sujeto retoma su ipseidad (conexión con la vida) en el cosmos late  una expansión!

La descripción, que hago sobre el tema (Trinidad y….) no tiene un carácter para ser entendida cognitivamente, solo puede ser captada en la contemplación de la increíble belleza de la cruz. La cruz como el primer peldaño de una infinita escalera que nos lleva al seno del Padre.

El sujeto apartado (pecador) no debiera ser culpabilizado. Por su parte, el sujeto evangelizador debiera crecientemente sentir la compañía trinitaria, que no solo le acrecienta las fuerza, sino que lo despierta en lo sublime del deseo!

Nadie mato a Jesús. Dice el evangelio Juan 10.18…. “Yo pongo mi vida y la vuelvo a tomar”. Solo hay sujetos a los que la carencia del amor lo llevo a fantasear con el poder, fantasia  que al incrementarse lo imaginario les hizo pensar que Dios no ve, cuando alguien mata a otro.

El llamado que el sujeto escucha, no es del orden sensorial, es un deslumbramiento que lo lleva a los espacios interiores donde guarda sus recorridos de niño. Actualiza sus amores familiares y en los que no los tuvieran se “instalan” por la gracia ámbitos de “acogimiento” incondicionales. En el llamado siempre se vivencia una infancia redimida. 

Es tan intensa esa emoción que vivencia el sujeto (en este encuentro del adulto con su niño) tiene una demora, configurada por la dificultad en arrepentirse paso previo a la respuesta. Arrepentimiento que requiere el gesto de su niñez. 

La lejanía de Dios se siente en el cuerpo, dos emociones principales se entrecruzan la desmesura de la torpeza y la inhibición de la culpa. Darse cuenta que uno no el culpable de  la rotura de la copa de cristal, es el alivio  que viene desde la “fuente de la cruz.

La conversión es una inversión del modo de “pensar”. La cruz ilumina la “verdad” de lo verdadero. En cambio el pecado oscurece la realidad. Lo imaginario del pecado es un sufrir innecesario porque nunca “confronta” la realidad: lo verdadero es  que Dios nos ama en Jesucristo!  

Somos hechos hijos de Dios sin la voluntad “tribunalicia” de las mujeres y de los hombres. La nueva vida nos envuelve desde su mismo origen sin ninguna mediación burocratica.
Una nueva biología  re-configura las proteínas del ADN incorporando la apertura del sistema a la resurrección, es decir el presente que estuvo ligado al pasado, ahora se estructura de lo que esta viniendo desde el trono de la gracia. El malestar del “pecado” deviene básicamente de su anacronismo. 

El anacronismo del que salio el Israel esclavo: copiandode una civilización con un  horizonte de  muerte, visión que manifiesta el vientre de las pirámides. En su lugar la “la iglesia es el canto a la vida del “hoy” que se gesta de la biología de la resurrección. 

Evangelizar es recuperar el instante de la ternura de la vida, acercar una madre viuda a su hijo. Soplar el pabilo que humea hasta conseguir que su llama  comunique el calor  necesario en el preciso  instante del amanecer de hoy. Aurora que hace pestañar al bebe recién nacido de una madre primeriza.

En este proceso de ser hijo de un “sujeto individual de indentidad” civil a  en un “hijo de Dios” hay una conversión biológica. Por ejemplo, “volverse niño” implica necesariamente de un desapego de toda adquisición obtenida en el tiempo cronológico (joven rico).

La conversión lleva insita  la “regresión”: (1) la alabanza surge de los bebe de pecho. (2) el conoce cuando se tejían mis huesos. (3) en pecado fui concebido. (4) y mas alla…hasta alcanzar el nuevo Adam,  en mi lenguaje la biología de la resurrección. 

Este proceso a diferencia de la identidad civil que es “dirigida” desde afuera, el horizonte del mundo: la “subjetividad” que se constituye luego de la conversión, es decir, el llamado se organiza desde la interioridad, la intimidad misma con nuestro creador y salvador! 

El Espiritu Santo activa nuestro “sistema recticular ascendente” lo cual, provoca el máximo despertamiento de nuestra “atención”. Sera la “escucha” de la palabra, donde se auto-manisfestara la calidad de nuestra atención!
El momento descripto mas arriba marcara el final de regresión-desapego, para  iniciar la nueva vida con Cristo, donde todas las cosas serán nuevas! Nuevas porque se iniciaran en la vida misma, como el mana, que llega del cielo,  como alimento: o los ríos de agua vivaque que brotan del interior!
 El trabajo pretende demostrar es que la espiritualidad se traduce en una realidad biológica, la cual se “prueba” en el cuerpo (carne) y en la vida de relación con lo otros. Se estima que esta realidad vivencial es esekncial a la misma espiritualidad, y que es la experiencia que estimula a un mayor crecimiento.


Trinidad Cruz y medicina.


La medicina continua su tradición griega de evidencia, actividad que posterga la muerte y objetivación del malestar. La medicina afirmada en la relación sujeto-objeto evita sin darse “el tercero” en su mirada clínica. El tercero adquiere infinitas formas.

Recuerdo en mi formación en psiquiatría lo diferente que era el paciente durante el examen académico en el consultorio con la conversación con el mismo en el taller de terapia ocupacional. Un paciente solia decir “ no le digo al Profesor …. Lo delirante que hoy esta porque inmediatamente me manda hacer un “electroshok”.

El delirio se  tornaba “algo de lo que no se podía hablar. De modo que el enfermero, un familiar, otra visión clínica, etc se tornas terceros excluidos. La exclusión se torna grave porque elimina por donde “viene” la vida, la cual esta sosteniendo al otro que ha venido a consultarnosm.

Entiendo una medicina que puede abrirse a la espitritualidad a través del síntoma como lenguaje del cuerpo. Hay muchas interpretaciones de este asunto en la llamada “medicina alternativa’.

Mi propuesta es que el denominado síntoma indicaría una alteración (critica) de la “atención” del misterio que implica la auto-manifestacion de la vida, la cual llega desde lo hondo de interioridad con cada latido.

El sujeto clínico (el otro frente a mi) esta continuamente transformando la vida que le llega como su sostén, el algo (un tapiz) que da la impresión que surge de el, cuando en realidad es algo que los trasciede. Es algo infinito que proviene de origen escondido, algo que no se ve pero si se “saborea”.  


Medicina y sufrimiento. 


Es difícil separar la función medicina de asistir al paciente en su “padecer” técnicamente, de su dialogo con el “sufrimiento” del paciente. En este segundo aspecto el paciente, padece, la interpretación que el profesional hace del síntoma. El mismo con frecuencia se tiende a eliminarlo. Esta n es cada vez mas contundente.

No estoy postulando que el paciente  “deba” sufrir. Lo que senalo es que el sufrimiento de la efermedad es “pariente” de muchos otros dolores de la vida y la intensión de elimar los sufrimientos de la enfermedad no deja de sugerir que los otros sufrimientos también se pueden eliminar.

Sugiero considerar esta procura profesional-tecnica eliminar el sufrimiento del enfermar ciertos aspectos “maniacos”, los cuales pueden ser percibidos en la “institución medica”. La salvedad de tal “sesgo” comienza a manifestase cuando consideramos que la propia vida surge de una relación indestructible de goce y sufrimientos!

No se trata de no intentar de calmar únicamente (como tara única) el sufrimiento, sino prestar “atención” de que la vida se auto-manifestado en el sufrimiento “revelando” aspectos invisibles del sujeto propio que me esta mirando y que requiere de mi profesional de la salud “una escucha silenciosa y atenta”.    

Para desplegar esta actitud, el   medico debe  romper la relación sujeto-objeto a la que esta acostumbrado. El medico debe entrar en un “sistema relacional donde es la parte de un todo (mayor que la suma de las partes).

Un sistema relacional que se  abre al dialogo que incluyendo siempre a un “tercer” integrante con entidad propia, para emitir opinión desde un angulo diferente del profesional especializado en “eliminar el sufrimiento”. La variedad de este tercer integrante es infinita.

Harvey demostró la fuerza de la gravedad también actuaba en el sistema cardio-circulatorio. De este modo la gavedad como una fuerza física entro de lleno  en la configuración de la medicina.


Simone Weil trabajo la idea de que la “gracia” opera en la realidad como una fuerza. La gracia  manifestación de la buenavoluntad Divina no tiene las características de causalidad lineal, sin embargo actua encarnándose en los sistemas biologicos al otorgarles una ipseidad que los liga a la Vida en su origen mismo. 

La asepsia, condición indispensable para el desarrollo de la cirugía es simultáneamente una maniobra de aislamiento del sujeto del mundo de la vida. Esta técnica debiera complementarse junto al aislamiento físico-visual explorando modos de continuidad ”invisibles” para el sujeto que sufre la practica quirúrgica. Por ejemplo saberse acompañado en la noche sensorial. 

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